Oviraptor
El Oviraptor es un dinosaurio omnívoro que vivió durante el Cretácico superior. Aunque su nombre se traduce como «ladrón de huevos», esto se basa en un malentendido que ya se ha rectificado. Los primeros especímenes se solían encontrar cerca de nidos, lo que implicaba que el Oviraptor tendía a comerse los huevos de otros dinosaurios, pero los expertos creen ahora que incubaban los huevos hasta que eclosionaban.
Atrociraptor
El Atrociraptor es un dinosaurio carnívoro de la familia de los dromeosáuridos que se remonta al Cretácico superior. El nombre Atrociraptor se traduce del latín como «agarrador salvaje», en referencia a las filas de dientes serrados que utiliza para coger y matar a su presa, como lagartos y pequeños mamíferos. Este género es uno de los «dinosaurios de diseño» de InGen y existe en una variedad de colores.
Australovenator
El Australovenator es un terópodo bípedo del período Cretácico superior. Su nombre se traduce como «cazador del sur», en referencia a su hábitat australiano y a su dieta carnívora: la estructura ligera de Australovenator y sus dientes aserrados están perfectamente diseñados para acechar a sus presas con rapidez y eficacia. De hecho, el paleontólogo que descubrió esta especie lo describió como «el guepardo de su época» por su velocidad, agilidad e instinto depredador.
Pyroraptor
El terápodo depredador Pyroraptor es un miembro de la familia de los Dromaeosauridae que vivió en Europa en el Cretácico superior. Con una longitud de unos 2,4 m, el Pyroraptor confía más en su impresionante velocidad que en su potencia para acechar a sus presas. Prefiere cazar en manada, como su primo más famoso, el velocirraptor. Sus afiladas garras ayudan al Pyroraptor a atrapar a sus presas, pero también las utiliza para trepar.
Dimetrodon
Aunque su lomo es similar al de muchos dinosaurios, el Dimetrodon es en realidad un sinápsido primitivo que se remonta a principios del Pérmico, hace unos 290 millones de años. ¡Antes incluso de la existencia de los primeros dinosaurios! El nombre Dimetrodon significa «dientes de dos medidas», en referencia a los afilados dientes de este depredador, que utilizaba para agarrar y desgarrar la carne de sus presas.
Scorpios Rex
El Scorpios rex es un dinosaurio híbrido creado al mezclar el ADN del pez escorpión, una especie letal que segrega veneno por sus aletas, con una variedad de dinosaurios carnívoros. Su fuerza, inteligencia, destreza y velocidad, combinadas con un veneno tan potente, convierten al Scorpios rex en uno de los dinosaurios más temibles que han existido jamás. Puede alcanzar unas dimensiones de hasta ocho metros de longitud y tiene dientes aserrados diseñados para desgarrar la carne de sus presas.
Monolophosaurus
El Monolophosaurus es un terópodo carnívoro que se remonta al Jurásico medio y cuyo nombre, «lagarto de una sola cresta», hace referencia a la llamativa cresta que tiene en la parte frontal de su cabeza. Este género está emparentado con el aterrador Allosaurus, aunque su estatura y peso eran menores: unos 5 m y entre 450 kg y 680 kg.
Dsungaripterus
El Dsungaripterus se destaca por tener un cráneo grande y elongado, y una mandíbula curva inusual. Se trata de un género de pterosaurio que vivió hace unos 130 millones de años en el periodo cretácico inferior. La mandíbula del Dsungaripterus se aguza hasta terminar en punta y solo posee dientes posteriores planos para triturar el caparazón de los crustáceos.
Tylosaurus
El Tylosaurus es un gran reptil marino originario del mar Interior Occidental que recorría los Estados Unidos y Canadá durante el Cretácico superior. Con una longitud de más de 14 metros, el Tylosaurus es uno de los mosasaurios de mayor tamaño que hayan existido y era el superdepredador de su entorno marino. Su estudio ha demostrado que se alimentaba de tiburones, plesiosaurios e incluso de otros mosasaurios.
Troodon
El Troodon es un pequeño dinosaurio carnívoro del género Troodon con patas largas y finas que le permiten correr a gran velocidad para atrapar a sus presas. Su nombre significa «diente que hiere» en griego, en referencia a sus incisivos afilados, mientras que los grandes ojos de este terópodo le permiten cazar en la oscuridad. El cerebro del Troodon, considerable para su tamaño (apenas mide 0,9 m de altura), lo convierte en uno de los dinosaurios más inteligentes.